Walter Maidana, uno de los miembros fundadores de “La barra de los Piratas” del Club Atlético Belgrano...
-¿En qué año exactamente nace esta agrupación?
En el año 1968 nace el nombre de “La barra de los Piratas”
-Existen diferentes versiones acerca del origen del apodo “Los Piratas”. ¿Qué fue concretamente lo que motivó esa denominación?
Efectivamente, existen varias versiones. Nosotros creemos que viene porque cuando íbamos de viaje en los colectivos que alquilábamos, íbamos con muy poca plata, lo necesario para pagar la entrada ya sea en Mendoza, en San Juan, en Jujuy. Necesitábamos comer y las provisiones eran pocas, entonces a veces como íbamos con poco dinero y tratábamos de ver cómo hacer para comer lo suficiente para mantenernos ese par de días. Cuando alguien sustraía algo de cualquier lado, decíamos: “qué te pirateaste”?, en vez de decir “qué te robaste”?. Entonces, ahí nació el tema de “hay que piratear”. Cuando se pirateaba algo decíamos: “oh, qué barbaro”. Ibamos a una estación de servicio y había que tratar de conseguir lo que sea: caramelos, masitas y hasta comida. De ahí nació el tema de que había que “piratear” algo para comer.
-¿Qué significaba en aquella época formar parte de la barra de un club de fútbol?
Era muy lindo, era realmente bueno. En el sentido para uno, la pasión de ser hincha, de llevar al club adentro. Sentíamos la inmensa alegria de poder viajar como fuese y tratar de acompanar al club en todos los momentos: en los buenos y en los malos.
-¿Cuántos miembros formaban el grupo?
Los miembros fundadores de “Los piratas del 68” éramos 20.
-¿Existían enfrentamientos o disputas de poder internamente?
No, para nada. En aquel tiempo no existía eso. Siempre los más grandes que manejábamos las banderas, los bombos... Existía un respeto hacia los más grandes, y eran los que mandaban.
-Actualmente, se dice que los dirigentes mantienen una “relación especial” con lo que la prensa ha denominado “barras bravas”. ¿Qué tipo de relación tenían ustedes?
Era muy buena la relación. Existía como hoy en día las entradas de favor. Había para un grupo de la hinchada entradas, pero siempre colaborando con el club. Cuando había que pintar la cancha íbamos todos, cuando había que arreglar los alambrados o lo que fuere en la cancha, íbamos y lo hacíamos. A partir de la amistad que surgía con la dirigencia de ese momento, era que recibíamos por todo lo que hacíamos por el club, las entradas para ir el sábado o domingo a la cancha. Para jugar de visitante, el club a veces aportaba dinero para alquilar los colectivos y tambien vendíamos rifas para poder juntar la plata.
-A partir de todo lo que nos cuenta y de lo que podemos ver cotidianamente, han cambiado muchas cosas. ¿Qué opinión le merece la problemática de la violencia en el fútbol de los últimos anos?
Es realmente triste. Siempre existió la violencia, pero la violencia desmedida de hoy nunca ocurrió en aquellos tiempos. En esos tiempos, era otro tipo de violencia. Si había agresión con algun equipo de Córdoba, nunca se veía armas blancas, de fuego, nada que ver... Se usaban las manos o cualquier otra cosa, pero hoy la violencia va acompanada detras de la droga, el alcohol siempre existió, en aquella epoca tambien existía. Pero la droga hace que personas, sobre todo los jóvenes, se pierdan mucho de sí mismo en la cancha y despues no saben ni lo que han hecho.
-¿Cree que la droga y el alcohol son los principales disparadores de la violencia o también existen otros factores y/o intereses de las barras?
Sí, hay otras cosas que generan violencia. Las hinchadas hoy se dividen por sectores y en distintos barrios hay algun jefe que quiere comandar todo el grupo y ocurre la violencia hasta en la misma hinchada, como ocurre ahora con varios clubes. Antes, jamás se peleaban entre hiinchas de un mismo club. Todo ocurre por apropiarse del poder de la barra. Nunca existía la agresion que había hoy con armas. Importaba mucho mas la vida, habia pasión, pero no había violencia a los niveles de hoy.
-¿Hay mas ideologias políticas en juego?
Hay mas ideas politicas. En el seno de la hinchada y en el seno de la dirigencia.
-En el fútbol actual, es una película repetida el enfrentamiento entre hinchas con la policía. ¿Cómo era la relación con la policía en su época?
Había enfrentamientos tambien. Con las fuerzas policiales, siempre existió. Siempre al haber desmanes a la salida del estadio, la policía tenía orden de reprimir, entonces, habiendo represión, mas vale que existían enfrentamientos.
-¿Presenció hechos puntuales, muy graves de violencia cuando usted concurría con frecuencia a los estadios?
Si, hubo hechos. Pero no tan alebosos como son en la actualidad. En la actualidad no me tocó sufrirlos, pero uno ve en la cancha las cosas que suceden. Hay una agresividad de parte de la gente que va a la cancha, que se pone mal, a aquella época que se terminaba un partido, podía haber bronca, pero después estábamos todos en las casas de lo mas tranquilo. Hoy en día la agresión existe verbal, física, que no ocurría antes. Después de dos horas, ya no ocurría nada de eso.
-¿Existían amenazas a los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes?
No, se respetaba mucho la dirigencia. Los que éramos socios, íbamos, votábamos y aguantábamos la situación hasta que terminara su mandato cada dirigencia. A donde podía haber reprobación, era en el tema del cuerpo técnico, que ahí siempre existió para sacar un técnico: gritarle, que se fuera. Pero nunca a los jugadores, se respetaba mucho a los jugadores como persona. Solamente cuando venían jugadores de Buenos Aires “que venian de vuelta” a ganarse su ultima plata aca a Cordoba o en cualquier otro lugar del interior.
-La violencia en el fútbol, ¿es una historia sin fin o algun día se erradicará como pasó en Inglaterra con los Hooligans?
Yo pienso que pasa por un país desarrollado a un pais no desarrollado, como primera instancia. Nosotros estamos en un país subdesarrollado. Es muy difícil cambiar lo que nos sucede hoy. Por mas que no dejen entrar a la hinchada visitante, por mas que se tome el derecho de admisión. Todo lo que se pueda hacer por supuesto que está bien, para mejorar, por supuesto que no sirve para un partido de fútbol como diversión, porque la diversión está en la picardía de lo que dice uno en la cancha, de lo que contesta la otra hinchada, pero bien dicho. Es decir, ese es el quid de la cuestion de divertirse en una cancha de fútbol, pasa que hoy en día es muy difícil poder usar la palabra divertir. Toda la gente va posesionada, que gane como sea. La violencia sigue, es muy difícil erradicarla. Siempre existió, lo que pasa es que ha tomado ribetes muy grandes. Es muy difícil cortarla, porque no se puede manejar a la gente. El problema es que son los menos, pero despues de esos, vienen otros.
-Siempre se la vincula con la clase baja, pero a veces se observa que un plateísta que paga 10000 por año un palco, tambien comete actos violentos. ¿Por qué una persona adinerada tambien forma parte de eso?
Esta a todos los niveles la violencia, desde el más pobre hasta el más rico, depende de hasta dónde llegue la exacerbacion de una persona, provoca un desmán, por distintos motivos. Uno lo ve en los cuadros de renombre de Buenos Aires, quiénes son los jefes de la barra, no son gente de la villa. Son gente que tiene un nivel alto. Son bien preparados, no son pobres de la villa. A veces, estas personas no estan en concordancia con la gente que gobierna en el club y provoca desmanes a propósito. Todo es cuestión de poder, como pasa igual en el gobierno. Además, pienso que todo pasa por el nivel de la cultura del país, si la cultura fuese mayor, no pasarían todas estas cosas.
-Para finalizar quería preguntarle: ¿Qué lugar ocupó el fútbol antes y que lugar ocupa ahora?
Antes ocupaba uno de mis primeros lugares, casi te diría que... el primero. La pasión que uno siente por ser hincha es una cosa indescriptible, es una cosa que no se puede explicar. Yo era fanático, yo fui fanático. Despues, a través de los años, uno se va aquietando, va teniendo mas cosas en la familia, van viniendo los hijos, despues los nietos y entonces ya nos trasladamos de la popular a un rincón y despues del rincón nos vamos a la platea baja y después si no alcanza la plata nos vamos a la platea alta. Hoy llevo a mis nietos a la cancha y tengo mucho temor, hay muchos partidos que no voy. Temor de que le pase algo a mi familia y personalmente, porque veo que la violencia se trasladó a muchos niveles que no había antes. Me da mucha nostalgia ver la popular ahora, quisiera estar entre ellos, quisiera tener 20 años...