Llegadas las 19hs de un día lunes en la ciudad de Munich, se observaba a cientos de fans de la tribu dark haciendo fila para ingresar al Georg Elser Halle; un concierto que estaba estipulado que comience a las 20hs, con una banda soporte denominada „Paradise Lost“
Obviamente, el plato fuerte esperado por todos era ver en escena al grupo finlandés Him, que ha trazado en los últimos tiempos una línea que los separa del común de las bandas. Quizás la particular voz de su líder y cantante Ville Valo sea lo que haga que en una noche de lunes aproximadamente 1200 personas se convoquen a presenciar el ritual.
De la banda telonera podemos decir que sonó bastante bien, pero que tampoco causó mucha sensación en el público, que al menos batió palmas en los comienzos de los temas, pero en breve la espera se hacía sentir.
Media hora después, entre una nueva prueba de sonido de los asistentes y el ajuste de los últimos detalles, los músicos esperados por todos salieron a escena. Un tímido saludo a la gente y después, lo que mejor saben hacer: tocar. Comenzaron mostrando algunos cortes de su último trabajo „Venus Doom“ (muy recomendable) y promediando el show, recordaron viejos clásicos como „Join Me“, „Poison Girl“, „Funeral of hearts“ y „Wicked Game“ (exitoso cover de Chris Isaak)
En lo que respecta a la puesta en escena „en vivo“, podemos destacar un gran show de luces bastante prolijo (aunque dificultoso para las cámaras de fotos), un sonido muy potente y un actuación sobresaliente de los músicos. Llamó la atención el gran nivel mostrado por la guitarra y la batería.
Un bloque aparte del show, hay que dedicárselo indefectiblemente a Ville Valo, un personaje muy conocido en Alemania, sobre todo porque hace unos meses fue un hit en las radios el corte „Sommer wine“, que fue una canción editada para una película que muestra la realidad de la década del 60 en Alemania.
Ni bien salió a escena, como era de esperarse, los gritos de las chicas (que fueron gran mayoría) no se hicieron esperar. Una presencia absoluta de estrella de rock se hacía presente en la atmósfera del lugar. Sin dudas, estamos ante un privilegiado: tiene una voz maravillosa que suena al mismo nivel de cualquier disco de estudio. Lo llamativo es que aún fumando durante todo el recital, su voz no se cae ni se atrofia en ningún pasaje, toda una buena noticia para sus seguidores.
Pero ojo, que no todo es color de rosas para nuestro héroe... Cada vez que se terminaba un tema, era todo un problema para Ville tener algo de gracia para con el público. Si bien se lo nota con cierto buen humor, no se entiende absolutamente nada de lo que dice, en un inglés que nadie podía comprender siquiera una palabra. Quizás puede ser un defecto del show, ya que en las pausas entre temas, quedaba „colgado“ un silencio sin sentido que provocaba a veces algunos silbidos para que comience el próximo tema.
El final del show fue a puro ruido y luces, cuando Valo ya se había retirado a camarines un par de minutos antes. Por suerte, no volvieron al escenario después de que la gente los pidiera, porque hubiesen arruinado el genial final de show que habían mostrado. Es una costumbre que ya molesta demasiado, esa demagogia de guardarse un par de hits para el final, para que los fans menos inteligentes pidan una nueva vuelta al escenario. Tocaron todo lo que tenían que tocar y le devolvieron a la gente el valor de su entrada con creces.
Rarezas de la noche: no es muy normal acudir a un club nocturno y encontrar aproximadamente un 70 por ciento de mujeres y un 30 por ciento de hombres. Cuando llegó la hora de entrar, los guardias pidieron que los hombres pasen por el costado sin tener que agolparse en el medio. Para entrar al „Toilette“ pasó lo mismo: una eterna fila de mujeres y una vía libre para los varones que hasta se quedaban charlando adentro con una cerveza en la mano.
Otro dato llamativo fue la concurrencia de mujeres de alta edad siguiendo a Him con remeras, camperas y tachas. Sorprendente, desde el punto de vista que no estamos hablando de una banda que tenga tantos pirulos como los Stones.
A la salida del concierto, un par de muchachas gritaban en el silencio rogando que la gente les compre sus posters de Him a 5 euros. Todos estaban de negro y no sonaba música desde ningún lado. El silencio se apoderó de la escena y el frío afuera hizo achicar los ojos. Him pasó por Munich y dejó en claro que si ellos y su management quieren, pueden ser una banda de culto internacional...