Ya había pasado mucho tiempo y este blog había quedado en el olvido. Creo que recién ahora, desde que regresé al país, voy a hacer correr a mis dedos para contar algo de lo que se ve, se lo que se encuentra por estos días en mi lugar, ese en el cual nací y viví casi toda mi vida.
He notado algunos retrocesos en los últimos años, en nuestro país. Pero también hubo avances... Entre los primeros, lo que mas se observa claramente son los altísimos niveles de delincuencia, la falta de tolerancia de la sociedad (basta una sola mirada para derramar sangre, para hacer sonar las bocinas como locos), la ignorancia no sólo de nuestros gobernantes, sino de la sociedad en general. La gente habla. Y habla mucho. Habla sin saber, se todo. Cualquiera puede ser crítico, columnista, analista...
Pero no está del todo mal: También he notado que un asado en donde antes sólo se hablaba de fútbol y de mujeres, hoy también se habla mucho de política, de economía, y se habla con criterio. El problema básicamente sigue siendo que hay muchísima gente en nuestro país que jamás tocó un libro y que cree saber algo de la vida, o que cree saberlo todo...
A veces por hablar mucho, la gente se enoja conmigo. Y bueno, tengo que dejar que se enojen. Estan 10 meses fuera del país, conviviendo con una sociedad más avanzada que la nuestra, a cualquiera le puede cambiar la visión del mundo. "Andá, vendepatria", "¿Qué te hacés el alemán?", son algunas de las cosas que alguna gente exclama fuertemente. Y uno viene "alemanizado", es así. Pero de a poco se argentiniza otra vez, porque la adaptación es rápida a un lugar que ya conocés al dedillo.
No es fácil pasar de tomar un colectivo, un subte o un tren a la hora que dice el cartel, a esperar un colectivo acá por 30 minutos y que ni siquiera sabés a qué hora viene el próximo. Todos somos piqueteros: esta semana hay paro docente, hubo dos semanas de paro en el campo, paro de municipales, de colectiveros, de inspectores, de remiseros... Paren! Aguanten un poco, pidan un turno, saquen número, pero todos estan disconformes... A veces uno llega a la conclusión de que más allá de que en muchos casos sereclamen cosas justas, en muchos otros somos unos llorones que siempre nos quejamos de todo, que hablamos más de lo que hacemos. Y no estoy en contra de mi país, estoy en contra de los que no queiren cambiar y no entienden que así no se puede avanzar, es peor, te vas para atrás.
De todas formas, sigo pensando que como en la foto del mapa, Argentina es un país con luz, con esperanza, sólo hace falta que haya unificación de criterios y que se apueste a lo que realmente es importante. Del descenso se sale siendo solidario y para ascender, necesitás un verdadero caudillo que sea determinante para llevarte a la victoria, ahora si querés podemos seguir adelante con la anar... perdon, con la democracia...