sábado, 5 de septiembre de 2009

Friburgo: ciudad universitaria y también de relajación




Seguimos recorriendo paisajes europeos, esta vez para presentar a Friburgo de Brisgovia (Freiburg im Breisgau), una de las ciudades más lindas de Alemania.

A pesar de que Friburgo es el centro cultural de la Región de Brisgovia (Baden-Wurtemberg) y de que es también una ciudad universitaria, no deja de tener el encanto de una ciudad pequeña. Con 221400 habitantes, se caracteriza por tener un clima templado y se dice que es la ciudad con más horas de sol en toda Alemania, ubicándose geográficamente entre el sur de la Selva Negra y Kaiserstuhl, al suroeste del país.

Dentro de varios honores, Friburgo es considerada como la capital nacional de la ecología: una ciudad con mucho verde y fuertes reducciones de contaminación ambiental. Es muy normal observar muchos espacios para que puedan circular las bicicletas, ya que se evita que la población utilice en demasía su vehículo, sin dejar de nombrar que el transporte público por excelencia es el tranvía. Es un modelo de ciudad en lo que respecta a la utilización de la energía solar.

Un 40 por ciento de la superficie municipal está ocupada por sendos bosques que rodean la ciudad como si fueran las tribunas de un gran estadio de fútbol y hay bellos lagos en los barrios extremos de la ciudad. Un lugar ideal para venir a descansar unos días, ya que la tranquilidad y la atmósfera placentera es muy positiva. Es menester remarcar que es una zona recomendada para aquellas personas que sufran de problemas respiratorios.

Entre los lindos lugares que podemos recorrer en la ciudad, encontramos además de lagos, los cerros en los cuales se pueden hacer excursiones y hasta probar comidas típicas y buena cerveza en la mitad de la montaña Schlossberg, en un jardín de cerveza con una vista al vacío que te hará pensar en la paz absoluta.


No todo es pura relajación

Aunque se pueda describir a Friburgo como una ciudad de descanso y de paseo cancino, aquí hay mucho por estudiar y trabajar en la universidad, que fue creada en 1457 por el archiduque Albrecht VI. En el año 1899, la universidad de Friburgo fue la primera en Alemania en matricular a una mujer. Hoy, la escuela superior tiene más de 21500 estudiantes.

Además de esta gran universidad que alberga a miles de estudiantes en diversas carreras, existe también una Facultad de Psicopedagogía y una Escuela de Música, que importa muchísimos alumnos del continente asiático. Así, el centro de la ciudad muestra una cara juvenil durante todo el año.


Otro prototipo de alemán

En Friburgo, no encontramos las típicas costumbres alemanas que quizás siempre tenemos en la cabeza con los trajes característicos, el Oktoberfest y la cerveza a toda hora. Difiere bastante de la cultura de Bavaria, ya que se encuentra ubicada en el límite con los países de Francia y Suiza, por lo que se observa otra mentalidad distinta y no netamente teutona.

Es bastante frecuente el turismo internacional en esta zona, ya que no sólamente la gente viene para conocer Friburgo, sino que la atracción de cruzar las fronteras en cuestión de minutos y llegar a lugares paradisíacos como el lago Titisee o la Selva Negra, hace que el paquete turístico sea imperdible.

Para finalizar, una curiosidad de Friburgo: existen a lo largo del centro de la ciudad, unos pequeños riachuelos (Bächle), que en un principio habían sido construídos para la evacuación de aguas sucias, pero que en la actualidad le dan un toque característico al casco céntrico. Hay diversos mitos acerca de lo que pasa si uno se moja los pies en estas angostas canaletas; unos dicen que si te mojas allí, tu casamiento se avecina en un futuro cercano; otros afirman que “quien, por descuido, pisa un Bächle, no estará en la ciudad por última vez…”