jueves, 8 de noviembre de 2007

Con la misma pasión...


Por primera vez en mi vida, tuve que estar alejado del súperclásico cordobés Belgrano- Talleres, con todo lo que eso significa para un futbolero de alma que no se pierde absolutamente nada. Particularmente, pienso que la gente de Belgrano se ilusionó mal con respecto a este partido: creyó que iba a ser un trámite volver a ganarle a los plumíferos...

Durante toda la semana previa, los hinchas de Talleres no existían, no se los veía ni se los escuchaba, no se conectaban al msn y cuando lo hacían ponían algún cartelito de "estoy ocupado" o "me fui de compras". Cuando me consultaban sobre el resultado, fui muy cauto; pensé sinceramente que iba a ser duro, que Belgrano hace rato que no juega a nada.
Me conecté desde un pueblo a 10 minutos de la ciudad de Bamberg para escuchar cadena 3 y el clima en mis oídos era igual que estar en el estadio, esos únicos momentos en los cuales a nosotros se nos pone "la piel de gallina", los momentos en los cuales 38000 personas están gritando por los colores celestes, no tiene explicación con nada del mundo.

En un momento descubrí una página dudosa que televisaba el partido gratis y en directo, pero tardaba mucho en cargar la secuencia de las imágenes, a tal punto que Suárez en un momento se elevó para cabecear sólo frente al arco y cuando volvió la imagen, estaba Grosso sacando del arco y ahí ya no entendía mas nada. Así que lo volví a poner al "Bocha" en la radio...
El estadio era una caldera: sé muy bien por qué la comunidad avícola festejó tanto este triunfo; no sólo que hace 5 anos que no ganaban, no sólo que no había hinchas de Galleres de Rafaela en el estadio, sino también porque el miedo que tenían cuando empezó el partido con la radio saturando sus oídos del aliento pirata y el primer "uuuuuuuu" con el pifiado cabezazo de Martínez, hasta yo estaba nervioso, no me quiero imaginar sus caras.

Por qué no se plasmó ese infierno en el resultado? Accidentes: goles hechos arriba del travesano, expulsión inadaptada de Casado a los 20 minutos de juego, búsqueda de mariposas de Olave en el gol de ellos, tobillos rotos de Suárez... Todo conspiró para que el capitán gallináceo declare que el triunfo estuvo a la altura de haber ganado la "Copa" Conmebol (Imagínense qué importante fue)
Creo que la sensación de todos es prácticamente la misma; se perdió, pero no nos superaron para nada. En el fútbol siempre hay revanchas y aparte alguna vez pueden ganar ellos, como hace poco también lo hicieron las gallinas de Núnez ante su eterno padre. Hay que pensar que el próximo partido, seguramente nosotros también vamos a poder ir y no nos va a hacer falta que nuestro capitán nos cuente qué significó ganar ese partido...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermano querido que bueno es poder sentir tanta pasion aun en la distancia, desde aca se extraña al compañero de emociones. Quien otro sino se bancaria esos partidos horribles bajo la lluvia como contra ferro... y encima no ganar!
ahora que la tecnologia llego a mi saboreare tus anecdotas mas seguido.Salud! Pequeño gran conquistador. Y que sea la revancha de America latina.-
Fernando "negro" Alvarez